Montenegro afirmó que «hace medio siglo en Colombia teníamos 11 trabajadores activos por cada adulto mayor, había plata para financiar a los pensionados, hoy son 5,4, y en 30 años serán 2, contando con que todos los trabajadores sean formales. Pero la realidad es que hoy en día con la informalidad solo son 1,9 y a final de siglo solo será uno».
La informalidad afecta de frente el sistema pensional, no solo por que hay menos cotizantes, por ende menos recursos para quienes llegan a la jubilación, también por que al llegar a la edad de pensión, muchos adultos mayores no tendrán ahorro pensional, lo que termina siendo un grave problema social.